Se armó en el Nuevo Vivero (3-1)

por | Ene 24, 2020 | NOTICIAS

El Club Deportivo Badajoz consigne una victoria histórica e ilusionante contra la SD Eibar y se mete en octavos de la Copa del Rey.

El Club Deportivo Badajoz se enfrentaba en dieciseisavos de la Copa del Rey ante la SD Eibar. Con el Nuevo Vivero a rebosar y la ilusión del equipo y la afición Del Cerro Grande dio comienzo al partido.

El equipo de Mehdi Nafti saltó al verde con el objetivo de plantarle cara a la SD Eibar. Los blanquinegros apretaron desde el principio sin olvidar la seriedad defensiva hasta que en el minuto siete Fobi desató la locura en el Nuevo Vivero tras marcar el primero del partido. Con el marcador a favor el equipo quería más y siguió buscando el gol aguantando las acometidas de los visitantes con un Juanjo Garrancho impecable bajo palos. Las ocasiones se sucedían para los pacenses y Caballero tuvo el segundo en sus botas con un balón que salió rozando el palo. Tanto va el cantaro a la fuente que en el minuto 20, Álex Corredera desde los 11 metros ponía el 2-0 a una noche histórica a la par que ilusionante. Pero el Eibar no se iba a venir abajo, Mendilibar mandaba el equipo arriba y en una acción desafortunada Traore cometía penalti y los visitantes recortaban distancias antes de irse a los vestuarios.

En la segunda mitad, el conjunto vasco se puso el mono de trabajo y presiono fuerte a los locales llegando a juntar las dos líneas defensivas pacenses en la frontal del área. Juanjo Garrancho y los centrales sufrían pero la fuerza y la intensidad blanquinegra mantuvo al equipo en pie. Los de Nafti salían a la contra y en una jugada calcada al primer gol, Fobi disparaba a puerta y el balón se iría por línea de fondo propiciando el córner del tercer tanto. Pablo Vázquez volaba por encima de la defensa para peinar el balón al fondo de la red. A falta de veinte minutos, el Badajoz ganaba 3-1 y saboreaba el pase a octavos de final. Las piernas empezaban a pesar y tocaba sufrir para cerrar el encuentro. Con la posesión para el Eibar y los pacenses trabajando atrás, Del Cerro Grande decretó el final para delirio de la combinación perfecta (Equipo + Afición).