El Juvenil no pudo contrarrestar los contragolpes y la pegada franjirroja y se vino de Vallecas con una derrota más abultada que lo demandó el encuentro.

El control fue madrileño, y las contras mientras que el Juvenil tenía el balón se hacían una vez tras otra. La presión local, además, no dejaba tampoco que el Juvenil se sintiese cómodo sobre el terreno de juego y menos cuando en la primera ocasión rayista se puso ya por delante. Mano a mano contra Alonso que no pudo evitar el pase lateral y se adelantaba el Rayo a puerta vacía. El segundo llegaría tras un saque de esquina y no conseguir despejarla ya que se quedó el balón muerto en el área pequeña y a placer para el segundo. Alonso tuvo que sacar varias ocasiones antes de que llegase el tercero y el cuarto antes de la media hora de partido. El tercero con una jugada por la izquierda y remate en el corazón del área tras el centro y el cuarto tras una jugada muy parecida al anterior. El Juvenil intentaba conseguir despejar el empuje rayista con balones a la espalda de los centrales, sin embargo, no se conseguía crear peligro excesivo. El quinto llegaría en otra contra a la que nada pudo hacer ni defensa ni portería.

Ya en la segunda mitad y con un Rayo relajado, las cosas parecían salirse casi sin inmutarse, y más cuando el sexto era con un disparo desde la frontal de esos que salen uno de cada cien. Conforme pasaban los minutos, el partido caía en cuanto a intensidad, el resultado no era el que debería y unos y otros bajaron el ritmo. Sin embargo, los cambios locales entraban con ganas de no bajar el ritmo, fuese como fuese para, en los diez últimos minutos cerrar una goleada que nada refleja lo visto sobre la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano.