Después de tres jornadas sin sumar puntos, llegaba el momento para el Juvenil de poder cambiar la dinámica de resultados abultados y negativos que venía arrastrando. En casa y ante la afición, era importante empezar a cambiar la situación y poder comenzar a puntuar. Por otra parte, el Valladolid llegaba con la esperanza de poder sacar un buen resultado que le permitiera continuar con su buen inicio de temporada.

Comenzaba el partido y era el Valladolid quien llevaba la voz cantante en el encuentro. Con una línea defensiva de cinco jugadores la que formaba el conjunto de Tete Sansinena, le permitía al Valladolid tener todo el balón y poder hacer posesiones largas. El Juvenil por su parte, esperaba atrás para poder salir rápido a la contra y pillar al Valladolid con las vigilancias más bajas.

En los primeros 20 minutos no se vieron apenas ocasiones en el césped del Eusebio Bejarano, aunque el control y la posesión era del equipo pucelano, no lograban transformar ese dominio en ocasiones de peligro, algo que hacía que el Juvenil se sintiese cómodo replegado en ese bloque bajo.

Al filo del descanso, iba a llegar el primer tanto del partido, después de botar una falta lateral, el despeje que iba a quedar en el área y prácticamente solo, Tamudo iba a batir la meta del Valladolid e iba a hacer el primer tanto del Juvenil esta temporada y que mandaba el encuentro al descanso con ventaja blanquinegra.

Tras el descanso, la tónica del partido no cambiaría en exceso, el Valladolid era quien tenía la posesión y el Juvenil seguía cómodo replegado y basculando conforme se producían los intentos de ataque pucelanos.

El Valladolid intentaba cambiar el ritmo del partido en busca del empate rápido en este segundo tiempo, pero a la contra, sería el Juvenil el que asestó el golpe casi definitivo al encuentro en los primeros 15 minutos de la segunda mitad.

El segundo blanquinegro llegaría tras una recuperación en campo propio de Edu, que conseguía librarse de todos con tres toques y serviría al hueco a la carrera de Aitor quien se plantaría mano a mano frente al portero pucelano y batirlo de disparo cruzado.

El Valladolid se volcaría en busca de recortar distancias a la desesperada, lo que provocaba que el Juvenil asestase la puntilla en otra contra de libro. Thamis se plantaba en el área, y cuando parecía que se le acababan las opciones, sacó un disparo pegado al palo izquierdo de la portería vallisoletana que ponía el delirio en la grada pacense. 

El Valladolid, superado y completamente desesperado, se iba a quedar con diez jugadores tras el tercer tanto blanquinegro tras la expulsión de su capitán. Ya con diez sobre el césped, el conjunto pucelano iba a recortar distancia tras una falta lateral que remataba de cabeza ganándole a los defensores pacenses que se vieron con el encuentro ganado y tuvieron fases de desconcentración.

No se movería más el marcador, pero sí dio tiempo para una nueva expulsión en el conjunto visitante ya que el autor del tanto pucelano vio como era amonestado en dos ocasiones antes de cerrar el encuentro que significan los tres primeros puntos para el casillero blanquinegro.